Populismo
Populismo. Jesús H. González de León.
El Populismo es un termino engañoso. Viene de la palabra pueblo. Esta practica considera que la voluntad del pueblo esta por encima de todo. Aunque en principio suena bien, se desmiente cuando en el nombre del pueblo, se violentan el equilibrio fiscal y los derechos individuales. Derechos como el de la propiedad privada. Evoco la imagen del Ex Presidente López Portillo diciendo: “..Declaro la nacionalización de la banca.” Sus generales al lado aplaudiéndole, como si hubiera hecho una gracia. El populismo es uno de los pecados políticos de moda. Definido como la tendencia política dirigida a explotar los sentimientos de las masas para ganar su favor. En esta tendencia se adoptan medidas y posiciones que son del agrado popular, pero no siempre son las mas prudentes ni racionales. Los Ex Presidentes Luis Echeverría y López Portillo al aumentar el gasto publico en forma desmedida pagaron consecuencias. Una expansión ilusoria en la economía y empleo, fue acompañada de un desequilibrio financiero y un déficit de presupuesto. Luego tapó el pozo haciendo otro pozo: deuda externa e impresión de dinero. Después de la borrachera vino la cruda: inflación, devaluación y una crisis larga. Una falta de moderación es lo que distingue al populista. En el populismo no hay análisis de fondo, buenos diagnósticos ni políticas eficientes. El populismo conduce al autoritarismo ya que un gobernante con la supuesta bandera de que “todo se hace por el bien del pueblo” puede acomodar las leyes para su beneficio, para aumentar su popularidad y conservarse en el poder o ejercerlo de manera desmedida. El gobernante populista -pretendiendo legitimarse por su popularidad- cae en una imposición arbitraria de la ley.
El populismo, hermano de la demagogia es altamente retórico y ambiguo. Gasta lo que no tiene, resuelve el problema inmediato. Da el pescado sin enseñar a pescar. Es una respuesta equivocada a la pobreza, a la desesperante desigualdad entre ricos y pobres. Solución falsa a un capitalismo salvaje que solo busca el dinero. Lo que se requiere es una solución que equilibre los dos extremos: el libertinaje del mercado con la intervención total del estado. El populismo es un espejismo que puede llevar a México a un grave retroceso si caemos en la tentación de su trampa: soluciones fáciles. Hace falta una política que respete la dignidad de la persona y no la considere como parte de una masa sin forma llamada pueblo. Se requiere de políticas publicas claras, bien pensadas y que busquen el progreso a futuro. jesus50@hotmail.com
El Populismo es un termino engañoso. Viene de la palabra pueblo. Esta practica considera que la voluntad del pueblo esta por encima de todo. Aunque en principio suena bien, se desmiente cuando en el nombre del pueblo, se violentan el equilibrio fiscal y los derechos individuales. Derechos como el de la propiedad privada. Evoco la imagen del Ex Presidente López Portillo diciendo: “..Declaro la nacionalización de la banca.” Sus generales al lado aplaudiéndole, como si hubiera hecho una gracia. El populismo es uno de los pecados políticos de moda. Definido como la tendencia política dirigida a explotar los sentimientos de las masas para ganar su favor. En esta tendencia se adoptan medidas y posiciones que son del agrado popular, pero no siempre son las mas prudentes ni racionales. Los Ex Presidentes Luis Echeverría y López Portillo al aumentar el gasto publico en forma desmedida pagaron consecuencias. Una expansión ilusoria en la economía y empleo, fue acompañada de un desequilibrio financiero y un déficit de presupuesto. Luego tapó el pozo haciendo otro pozo: deuda externa e impresión de dinero. Después de la borrachera vino la cruda: inflación, devaluación y una crisis larga. Una falta de moderación es lo que distingue al populista. En el populismo no hay análisis de fondo, buenos diagnósticos ni políticas eficientes. El populismo conduce al autoritarismo ya que un gobernante con la supuesta bandera de que “todo se hace por el bien del pueblo” puede acomodar las leyes para su beneficio, para aumentar su popularidad y conservarse en el poder o ejercerlo de manera desmedida. El gobernante populista -pretendiendo legitimarse por su popularidad- cae en una imposición arbitraria de la ley.
El populismo, hermano de la demagogia es altamente retórico y ambiguo. Gasta lo que no tiene, resuelve el problema inmediato. Da el pescado sin enseñar a pescar. Es una respuesta equivocada a la pobreza, a la desesperante desigualdad entre ricos y pobres. Solución falsa a un capitalismo salvaje que solo busca el dinero. Lo que se requiere es una solución que equilibre los dos extremos: el libertinaje del mercado con la intervención total del estado. El populismo es un espejismo que puede llevar a México a un grave retroceso si caemos en la tentación de su trampa: soluciones fáciles. Hace falta una política que respete la dignidad de la persona y no la considere como parte de una masa sin forma llamada pueblo. Se requiere de políticas publicas claras, bien pensadas y que busquen el progreso a futuro. jesus50@hotmail.com
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