No se decepcione

No se decepcione. Jesús Humberto González de León.

El pasado martes Carlos Alberto Arredondo expresó su decepción por mi actuación como Síndico. Transcribo la carta que le envié: “Carlos, respeto tu trabajo como editorialista. No te juzgo por tu opinión de decepción, es muy probable que se deba a que no hemos tenido la oportunidad de platicar de mi labor en el Cabildo. A lo mejor le ha faltado la difusión adecuada, ya que no dispongo de un presupuesto público para hacerlo. Como servidor público que eres, y cuando al igual que yo fuiste Síndico, te habrás dado cuenta lo difícil que es cambiar los usos y costumbres del sistema añejo del que hablas. Y mas difícil aun, desde la posición de minoría. La resistencia al cambio es fuerte y nadar contra corriente te atrae criticas y no siempre dejas contentos a todos. Pero cuando eso ocurre, me doy cuenta de que estoy haciendo bien mi trabajo y sigo adelante, sin desanimar, señalando lo que este mal cumpliendo con mi función de equilibrio. Esa decepción de la que hablas, la he sentido al ver la cerrazón que he enfrentado hacia algunas de mis propuestas. Otras si han prosperado, como la iniciativa del SARE, Sistema de Apertura Rápida de Empresas, que ayuda a combatir el desempleo, la cual fue aprobada por unanimidad.
He sostenido una lucha por defender lo que considero lo correcto y justo. En todas mis decisiones busco aplicar la ideología que llevo como marca de origen: el bien común, la solidaridad, la subsidiariedad, y el respeto a la dignidad de la persona humana. Tienes razón al decir que las oportunidades para exhibir la vocación por la honestidad no me han faltado y si las he aprovechado. Pruebas de ello fueron mis posturas firmes desde un principio, para eliminar los bonos, el transparentar los sueldos evitando corrupción. En la comisión de planeación aplicar la ley trátese de quien se trate. Mis convicciones no son de humo, que quede bien claro. Mis principios y honestidad son de siempre, no son negociables y son el capital mas valioso que poseo. Eso es algo en lo que no te equivocas y te agradezco que por algo lo esperes de mi.
De ninguna manera tengo tendencias xenofóbicas, como lo afirmas. Esa acusación pudiera ser tan ridícula como si te acusara de malinchista. Los españoles son parte de las raíces de nuestra raza, el origen de mi bisabuelo materno. Así que no podría ir contra mi mismo. Por otra parte créeme , que si hay algo que defiendo es la aplicación de las leyes y el derecho que tienen las personas a defenderse con ellas. Quizás se pudo malinterpretar mi comentario, pero hay que aclarar, el gerente de Agsal tiene todo su derecho para ampararse. Coincido contigo, puede o no tener razón. Mi opinión, basada en lo que un especialista en amparo me comentó, fue que no es correcto que proceda el amparo por la situación de ser gerente empleado de una empresa paramunicipal y por otro lado servidor publico. A decir del especialista tendría que acudir a una instancia laboral. Cada quien tendría que demostrar su dicho. La palabra “chifladuras” no la utilice yo. No trato de satanizar a la empresa Aguas de Saltillo ni a su gerente, ni que esta empresa quiebre. Lo único que busco es que funcione de manera eficiente, con practicas justas. Me gustaría saber cual es la supuesta larga lista de pifias cometidas, con gusto las platicamos y aclaramos una por una. Quedo a tus ordenes, cuando gustes nos echamos un café. Ten la seguridad que no tienes por que decepcionarte”. jesus50@hotmail.com